¿Están
los Spas sobrevalorados? De eso nada, son un mundo repleto de placer,
pero lo que sí es cierto es que no son aptos para todos los bolsillos.
¿Cómo hacer realidad una versión más económica? Douglas anima a crear un
Spa en clave DIY en casa donde sólo hará falta el baño y pocos
elementos más para lograr una experiencia extra-sensorial, que
garantizará una puesta a punto no sólo física, sino también mental.
1. Ambientación
Si
un Spa no tiene la ambientación adecuada, no es un Spa como Dios manda.
Lo primero que deberemos hacer será recrear un ambiente único que
invite a la relajación y al descanso. Para ello, optaremos por
aromatizar la estancia a partir de elementos que no sólo aportarán olor,
sino que también le darán un toque con encanto. Un baño a oscuras, una vela que aporte luz tenue y
una mezcla de fragancias con toques sensuales y relajantes a partir de
componentes exóticos como mango, melocotón y otros toques amaderados
para lograr una atmósfera de paz mental. También podremos optar por
aromas de té verde, bergamota, notas florales y pachuli, con un aromatizador con sticks de madera, que dejará una increíble fragancia en cualquier estancia a la vez que la decora. Por último, incluiremos la música adecuada: pon un CD o reproduce tu playlist favorita; no tiene que ser relajante, siempre y cuando te permita desconectar.
2. Exfoliación
Lo
primero que necesita una piel estresada es volver a su yo rejuvenecido.
¿Cómo? A partir de una profunda exfoliación que permita devolver a la
piel su juventud a través de la eliminación de las células muertas. “Mucha
gente no lo sabe, pero las pieles jóvenes necesitan exfoliarse una vez a
la semana y, según la edad va en aumento, esta rutina debe
incrementarse en una o dos veces más”, afirma Inma Jiménez del Álamo, directora de formación de Douglas.
La manera correcta de hacerlo es masajeando la piel humedecida
suavemente y en círculos, hasta que las virutas del exfoliante se vayan
deshaciendo en fricción con la piel.
3. Relajación
Y
es que este es, sin duda alguna, el momento más importante. Aquel en el
que te introduces en la bañera y te dejas llevar por el mundo de
sensaciones que produce este Vitalising Bubble Bath de Douglas Home Spa con
leche de bambú y jengibre: burbujas, energía, descanso e hidratación,
todo en uno, ¿se puede pedir más? Además, y para luego limpiarse en
profundidad, esta nueva marca de Douglas cuenta con una suave espuma limpiadora para
todo el cuerpo que, no sólo limpiará, sino que también dejará una
sensación única sobre la piel y los sentidos gracias a su aroma, que
transporta a lugares lejanos.
4. Hidratación
La visita a un completo Spa no debe traer sólo relax, sino suponer una puesta a punto en clave ‘beauty’
para que la piel recupere su salud y energía. Al igual que al inicio
del proceso se debe usar un exfoliante que elimine las células muertas,
durante el mismo debemos acudir a aliados que aporten la hidratación que
la piel necesita. ¿Cuáles? Desde optar por un gel-crema durante la ducha, hasta una rica hidratante que aporte un extra de nutrición y, ¿por qué no? Finalizar con un aceite –que
se puede aplicar sobre la piel húmeda o seca- para dar brillo y nutrir
la dermis en profundidad. Desde usar sólo un producto a usarlos todos en
conjunto, las posibilidades son infinitas y todas garantizan un aroma
único que invadirá toda la estancia.
5. Aromatización
Y por último, usar una fragancia corporal que cuide la piel tanto como los productos anteriores. Los Body Sprays de Douglas Home Spa o de Douglas Beauty System
son la mejor opción: sin alcohol –para no resecar- refrescantes, con un
aroma único y, además, con ingredientes que también contribuyen a la
hidratación de la piel. En definitiva, una experiencia Spa 360º sin
tener que salir del baño de casa…
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