El sector de la cosmética española vuelve a rebatir un
estudio de la OCU
por alarmista y carente de rigor
Madrid, 29 de septiembre de 2014. La Asociación Nacional de
Perfumería y Cosmética (Stanpa) expresa
su sorpresa por la reincidencia de la OCU en los errores de conocimiento en sus
estudios sobre cosméticos.
Stanpa
desconoce la causa de la tendencia actual dentro de OCU de atacar a los
productos cosméticos, de cualquier categoría, sin una base científica. Las observaciones
emitidas en sus informes son subjetivas y cuestionan productos que cuando
llegan al mercado, lo hacen avalados por un desarrollo tecnológico y un dossier
científico completo que se pone a disposición de las autoridades sanitarias
españolas y europeas.
El
último informe cuestiona las BB creams a través de un estudio repleto de
imprecisiones y valoraciones absolutamente subjetivas, que en conjunto, denigran
injustificadamente a la categoría.
Las BB creams son una nueva generación de cuidados multifuncionales
destinados a diferentes tipos de piel y diferentes rangos de edad, que aportan,
en un solo gesto, cuidado, hidratación y color con una cobertura ligera e
incluso, a veces, protección ultravioleta. En caso de necesidades más específicas, se pueden utilizar
simultáneamente con otros tratamientos como contornos de ojos, productos
reafirmantes, etc.
Entre sus beneficios destaca un acabado mucho más natural debido a que su textura
es más fina que un maquillaje normal,
produciendo un efecto en la piel, mucho menor que el de un maquillaje habitual.
Además, las marcas suelen incorporar filtro de protección solar y algún
tratamiento específico ya sea antiarrugas, anti manchas, etc… La idea es aunar tres productos en uno: crema
hidratante, tratamiento específico y
maquillaje, adaptándose a las necesidades de los nuevos consumidores.
El informe saca conclusiones sin
respetar los procedimientos habituales para el análisis de los productos
cosméticos, a la luz de los requisitos legales y el estado de la ciencia y la
tecnología. Como en anteriores ocasiones, no facilita información sobre la
metodología utilizada, lugar y centro de investigación. La OCU plantea sus
propios estándares sin tener en cuenta los criterios de la Comunidad Europea al
respecto y emite juicios de valor como “De
los 17 productos analizados tres contenían conservantes (…) que, a pesar de
estar autorizados, la OCU no considera convenientes (…)”.
Reincidencia en graves errores metodológicos:
- Stanpa ha
tenido acceso al mismo informe publicado en otros países y, de nuevo, el
mismo estudio coloca a los productos en distinto orden y emite
conclusiones diferentes. Es injustificable que un mismo estudio publique
resultados diferentes según el país en el que se difunde.
- El
estudio sobre las BB creams ignora totalmente lo que es este producto. Por
un lado, mide incorrectamente la hidratación, pues el método utilizado,
corneometría, es incorrecto en productos pigmentados. Además ignora en la medición
la capacidad cubriente de estas cremas en las distintas razas y tipos de
piel. Y resulta sorprendente cómo mezcla erróneamente conceptos de
fotoprotección, con criterios no aplicables a estos productos.
- Las BB creams
son productos de cuidado facial diario y no protectores solares, y por
tanto las recomendaciones de productos solares no son de aplicación, como
el ratio SPF/UVA<=3 para los
solares. La OCU ha aplicado este ratio en su análisis y por ello, los
resultados arrojan muchos de los productos analizados con una protección
UVA “mala”.
- El
informe ignora las necesidades de las mujeres a la que van dirigidos estos
productos, pues, por ejemplo, ha mezclado en el estudio a mujeres de 20
años con mujeres de más de 60.
- La
publicación manipula los datos a su antojo y los asigna de manera
totalmente opaca. Considera arbitrariamente que algo es “mucho o poco”,
sin utilizar una escala transparente y contrastada.
- La OCU
cuestiona ingredientes legales sin ningún rigor. Si la OCU dispone de
información científica sobre seguridad que sustente sus afirmaciones
debería ponerla en conocimiento de las Autoridades Sanitarias y la
comunidad científica. Si no la tiene, debe abstenerse de descalificar o
denigrar productos cuya seguridad ha sido ratificada por el Comité
Científico para la Seguridad de los Consumidores de la Unión Europea
(SCCS).
La ciencia detrás de la cosmética
Una gran parte de la
inversión en I+D de la industria cosmética se destina al desarrollo de
productos multifuncionales. Gracias a la investigación, hoy en día conocemos
mucho mejor cómo vive la gente en las diferentes partes del mundo y cómo son
sus rutinas de belleza. Las fórmulas multifunción de las BB creams aúnan más de
un beneficio en un solo producto: hidratantes, correctores, reparadores,
ensalzadores de la luminosidad y protectores anti UV. Un buen producto responde
a años de investigación en la que participan equipos multidisciplinares:
dermatólogos, químicos, físicos, biólogos y demás expertos que trabajan en el
campo de la protección y cuidado de la piel en sus diferentes edades. Hay toda
una tecnología de última generación que estudia los efectos de los ingredientes
novedosos.
Desde la Asociación se han hecho varios intentos, hasta ahora infructuosos, de
aproximación de manera transparente y respetando en todo momento la
independencia, pero hasta la fecha, Stanpa continúa a la espera de una
respuesta.
Como representante institucional del
Sector, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) se pone a
disposición de los medios de comunicación como fuente de información ante
cualquier cuestión suscitada a tenor del estudio de la OCU.
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